Forma parte de la colección 'Nueve cuentos', publicada en el año 1948.
Seymour Glass es el protagonista, miembro de una familia que ya Salinger
había utilizado en otras obras, un ex combatiente deprimido, pesimista y
trastornado que preocupa tanto a su novia como, sobre todo, a la
familia de ésta, que no quería que los dos se marcharan juntos de viaje.
Al inicio del relato, la conversación entre ella, Muriel, y su madre
por teléfono nos da las primeras claves de la situación. La explicación
del título lo da una curiosa historia sobre peces que comen plátanos que
Seymour cuenta en la playa a una niña que se aloja con su familia en el
mismo hotel que la pareja. Al regresar a su habitación, el ex
combatiente encuentra a su mujer dormida. La historia es de esas que
tienen realmente un final, que acaban de manera abrupta. Y si parece,
leyendo el argumento, que no es demasiado original ni atrayente, sólo
por la manera en la que se dan todas las claves en tan breve espacio y
por la conversación de madre e hija ya merece la pena la lectura.
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